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Exfoliación: cómo renovar tu piel de manera efectiva

En nuestra rutina facial suele ser normal que nos olvidemos de la exfoliación. Es un error común que cometemos muchas, así que si es tu caso, no estás sola. Nunca es tarde para incluir este paso en tu rutina de higiene facial. Te vamos a contar todos los secretos de cómo hacerlo. 

No te olvides de la exfoliación

La exfoliación es un paso esencial en la rutina de cuidado de la piel que contribuye significativamente a la renovación celular y a mantener una piel suave, luminosa y saludable. Este proceso consiste en eliminar las células muertas de la capa externa de la piel, permitiendo que las nuevas células se regeneren y la piel luzca más fresca y rejuvenecida.

Existen dos tipos principales de exfoliación: la exfoliación mecánica y la química. La exfoliación mecánica utiliza partículas granulares, como azúcar, sal o microperlas, que se masajean sobre la piel para eliminar las células muertas. Por otro lado, la exfoliación química implica el uso de ácidos como el ácido glicólico, ácido láctico o ácido salicílico para disolver las células muertas de la piel.

Antes de comenzar cualquier forma de exfoliación, es necesario conocer el tipo de piel y elegir los productos adecuados. Las personas con piel sensible deben optar por exfoliantes más suaves y utilizarlos con menor frecuencia, mientras que aquellas con piel grasa pueden elegir los exfoliantes más potentes.

La frecuencia de la exfoliación varía según el tipo de piel. Las personas con piel seca pueden se pueden exfoliar una o dos veces por semana, mientras que aquellas con piel grasa pueden hacerlo con más frecuencia, hasta tres veces por semana. Es esencial no excederse en la exfoliación, ya que hacerlo podría irritar la piel y causar efectos contraproducentes.

El proceso de exfoliación comienza con la limpieza de la piel para eliminar cualquier residuo de maquillaje, aceite o impurezas. Después, se aplica el exfoliante de elección mediante movimientos circulares y suaves, evitando áreas sensibles como los ojos. Se deja actuar durante unos minutos y se enjuaga con agua tibia.

Para quienes prefieren opciones naturales, existen exfoliantes caseros como el azúcar mezclado con aceite de coco o la avena con yogur. Estos ingredientes son suaves y efectivos para eliminar las células muertas de la piel de manera natural.

La exfoliación también es beneficiosa para tratar problemas específicos de la piel, como la hiperpigmentación o las cicatrices de acné. Al eliminar las capas superiores de la piel, se favorece la aparición de una piel más uniforme y clara.

¿Cuáles son sus beneficios?

La exfoliación no solo mejora la textura de la piel, sino que también tiene numerosos beneficios. Ayuda a desobstruir los poros, previene la formación de puntos negros y espinillas, reduce la apariencia de líneas finas y arrugas, y facilita la absorción de productos para el cuidado de la piel, como sueros e hidratantes. Si quieres llevar a cabo una exfoliación profesional, no dudes en pedir cita con nuestro centro donde contamos con tecnología avanzada e ingredientes de calidad para que obtengas los mejores resultados. 

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