Broncear sin quemar la piel es el objetivo que buscan todas las personas cuando se aproxima el verano. Los daños que provoca el sol en nuestra piel pueden ser irreversibles, por lo que contar con los consejos y pautas necesarios para conseguir un bronceado perfecto sin quemaduras, es crucial para un resultado excelente.
Broncear sin quemar la piel, ¿es posible?
Una piel dorada perfecta suma atractivo a nuestra apariencia y hace que la ropa se vea mejor y nos sintamos más seguros con nosotros mismos. No obstante, las prisas por broncearse hace que miles de personas lo hagan de la manera incorrecta y se quemen la piel. ¿Cómo evitar esto?
Preparar la piel
Para broncear sin quemar la piel hay que hacerle a esta una preparación previa. Puedes comenzar usando aceites y prebronceadores que nutran la piel y favorezcan el bronceado cuando te expongas al sol. Además, también actuarán como una pre-protección para evitar quemaduras y lesiones.
Alimentos que ayudan a broncear sin quemar la piel
La dieta siempre juega un papel importante en nuestro organismo, y en este caso, hay ciertos alimentos que nos pueden ayudar a broncear la piel sin quemarla. Algunos son:
- Zanahoria.
- Melón.
- Tomate.
- Espinacas y brócoli.
- Mango.
- Melocotón.
Todos ellos son ricos en betacarotenos o carotenoides, los cuales potencian el bronceado. Se pueden comer frescos, al vapor o en zumos. También es importante que consumas aceite de oliva que regenera tu piel desde dentro y la presenta con una textura más suave.
La hidratación es esencial
Cuando nos hidratamos por dentro, nuestra piel lo nota por fuera. Una piel bien hidratada está más preparada para afrontar los posibles daños que pudiera provocarle el sol.
Así como es importante beber agua a diario para tener una buena rutina de hidratación, es necesario llevar agua para los momentos en que nos expongamos al sol.
Exfoliación
Exfolia la piel para que el bronceado se mantenga por más tiempo. Si vas a tomar el sol en la playa, no hay mejor exfoliante que la arena. Te ayudará a eliminar las células muertas y a dejar paso a las nuevas. Tendrás la piel suave, brillante y bien bronceada.
Protector solar
Se ha extendido el mito de que el bloqueador o protector solar ralentiza el bronceado, pero nada más lejos de la realidad. Este solo actúa para protegernos de los efectos nocivos del sol, pero no frena el efecto bronceado.
Además, querer broncearse rápidamente es lo que provoca daños en la piel. Se trata de hacerlo a buen ritmo, pero sin prisas. El protector solar nos permite conseguirlo.
Por otro lado, evita las horas más fuertes de sol, que son entre las 14 y las 17 horas, y cubre zonas más delicadas cuando el sol más apriete.
Si quieres preparar tu piel para broncearte sin quemarte, no dudes en pasarte por nuestro centro y preguntar por los tratamientos que tenemos disponibles.