El tratamiento con toxina botulínica relaja los músculos faciales para suavizar las arrugas de expresión y evitar que se formen nuevas arrugas sin perder la expresión natural del rostro.
Actualmente la toxina botulínica es el mejor tratamiento alternativo a la cirugía estética, con efectos casi inmediatos visibles desde el segundo o tercer día.
El tratamiento consiste en una serie de infiltraciones de toxina botulínica, inyectando la sustancia en las diferentes zonas a tratar para suavizar las líneas de expresión y prevenir su aparición en el futuro.
Se trata de un tratamiento totalmente indoloro que puede ser realizado en cualquier época del año.
Al no tratarse de cirugía, podrás recuperar tu rutina diaria después de la sesión.